Como ciclista, lo ideal es revisar tu bicicleta una vez al mes si la usas con frecuencia, o cada 3 a 4 salidas si pedaleas solo los fines de semana. Una revisión rápida puede evitar problemas mayores.

Haz una revisión básica en estos puntos: Presión de las llantas Cadena lubricada y limpia Frenos funcionando bien Cambio de velocidades suave Tuercas y tornillos ajustados. Este chequeo rápido te puede ahorrar dolores de cabeza en medio del paseo.

Si la cadena hace ruido, se ve seca o chirría, necesita lubricante. También si ha llovido o pedaleaste en terreno con mucho polvo. Usa un lubricante específico para bicicletas (no aceite de cocina 😅) y limpia el exceso con un trapo seco.

¡Sí! Un mantenimiento preventivo profesional cada 6 meses es recomendable. Ajustes finos en frenos, cambios y ejes pueden mejorar mucho tu experiencia, incluso si la bici parece estar "bien".

Con un kit básico puedes resolver lo esencial: Inflador de llantas con medidor de presión Lubricante de cadena Multi-herramienta para bicicleta (tipo navaja suiza) Palancas para desmontar llantas Parche o cámara de repuesto ¡Y ganas de aprender! No necesitas ser mecánico, solo tener constancia y cuidar tu bici como se merece.